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El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es un impuesto que se aplica en todo el mundo sobre el valor añadido a lo largo de la cadena de producción y comercialización de bienes y servicios. En México, el IVA representa una fuente considerable de ingresos para el gobierno y su cumplimiento es esencial para el correcto funcionamiento del país.
Dentro de este marco, se encuentra la figura del IVA retenido, un concepto que no siempre es bien comprendido por los contribuyentes, pero que puede tener importantes consecuencias para los negocios. Por ello, aquí te explicamos de qué se trata.
¿Qué es el IVA retenido?
El IVA retenido es una parte del IVA que se cobra a los clientes o prestadores de servicios, según sea el caso, pero en lugar de ser entregado al gobierno, es retenido por el proveedor y se le acredita en su cuenta de impuestos. El cual, posteriormente, debe pagar dichos impuestos en tiempo y forma al Servicio de Administración Tributaria.
El objetivo del IVA retenido es evitar que las empresas y los trabajadores independientes evadan impuestos, así como fomentar la recaudación fiscal.
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¿Quiénes están obligados a retener el IVA?
El SAT especifica quienes están obligados a realizar la retención del IVA, estos son:
- Personas morales que reciben servicios personales independientes, utilizan bienes prestados por personas físicas, adquieren desperdicios para uso industrial o comercialización, o reciben servicios de autotransporte terrestre de bienes o de comisionistas que sean personas físicas.
- Personas físicas o morales que adquieren bienes tangibles, los emplean temporalmente, enajenan u otorgan residentes en el extranjero sin establecimiento permanente en el país.
- Instituciones de crédito que adquieren bienes mediante dación en pago o adjudicación judicial o fiduciaria.
¿Cómo se calcula el IVA retenido?
En México, el cálculo del IVA retenido se realiza aplicando una tasa del 6% sobre el monto del IVA trasladado en la factura correspondiente. El resultado es el monto que la empresa debe retener y pagar al SAT.
Supongamos que una empresa, llamémosla Empresa A, contrata los servicios de una consultora, llamada Consultora B, por un total de $10,000 más IVA ($11,600 en total).
Según la legislación fiscal mexicana vigente, la Empresa A debe retener el 6% del IVA correspondiente a los servicios prestados por la Consultora B, es decir, $600 pesos. La Consultora B emitirá una factura por $11,600 con el desglose del IVA y la retención correspondiente:
- Servicios prestados: $10,000
- IVA (16%): $1,600
- IVA retenido por la Empresa A (6%): $600
En la contabilidad de la Empresa A, el IVA retenido se contabilizará como un pasivo en una cuenta específica de retenciones de IVA y se registrará como un gasto en la cuenta correspondiente al servicio prestado por la Consultora B.
Recordando que la Empresa A tendrá la obligación de presentar y pagar la declaración correspondiente al IVA retenido en el periodo fiscal correspondiente ante el SAT.
¿El IVA retenido es activo o pasivo?
Como se mencionó, el IVA retenido se contabiliza como un pasivo en la contabilidad de la empresa que realiza la retención. Esto se debe a que la empresa retiene el IVA en nombre del proveedor y tiene la obligación de pagar ese monto retenido al Servicio de Administración Tributaria (SAT) en una fecha determinada. Por lo tanto, debe incluir en su declaración la información sobre el IVA retenido, ya sea por fletes, honorarios y arrendamiento, etc.
La empresa que efectúa la retención debe llevar un registro de las retenciones hechas del IVA retenido en una cuenta contable específica de pasivo, que refleje la cantidad que aún debe pagarse al SAT. En el momento en que se ejecuta el pago, se reduce el saldo de esta cuenta de pasivo y se registra la salida de efectivo en la cuenta correspondiente.