Administración
Ante el impacto económico mundial ocasionado por la pandemia de covid-19, los organismos internacionales han buscado alternativas que representen un respiro para las economías locales. Una de ellas es el impuesto mínimo global que, como su nombre lo indica, se aplicaría en México y en gran parte de los países del mundo.
¿Qué es el impuesto mínimo global?
El impuesto mínimo global se trata de una iniciativa propuesta por la Organización para Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) para aplicar un impuesto del 15% sobre la renta a las grandes empresas multinacionales, independientemente de su sede corporativa. Esto generaría ingresos fiscales mundiales por 150 mil millones de dólares anuales.
Como mencionamos, esta iniciativa tiene el objetivo de reducir el impacto económico generado por la pandemia. Se busca evitar que las grandes compañías muden sus sedes fiscales a países con menor carga tributaria, privando a las economías más grandes de los ingresos que representa el pago de los impuestos.
Esta iniciativa, que nació en 2021, fue firmada por 134 países integrantes de la OCDE, que representan el 94 por ciento de la economía mundial. Posteriormente, fue respaldada por el G20, el grupo de los países con las economías más poderosas del mundo.
¿A quiénes se aplicará el nuevo impuesto global?
De acuerdo con las reglas publicadas por la OCDE, el impuesto mínimo global será aplicado a aquellas empresas transnacionales que tienen ingresos anuales por ventas desde 868 millones de dólares en todo el mundo.
Según las estimaciones del organismo internacional, se trata de las 100 empresas más grandes del mundo, dentro de las que se encuentran las grandes tecnológicas de presencia mundial como Facebook, Amazon, Google, Apple; y también algunas firmas de patente de medicamentos, venta de software, incluso propiedad intelectual.
¿Cómo funcionará el impuesto mínimo global?
Según este acuerdo tributario, que podría ser aplicado hasta 2024, los gobiernos del mundo seguirán siendo libres de aplicar el impuesto local que determinen sus políticas fiscales; pero los gobiernos de los países donde se originaron las ganancias de la compañía, podría solicitar el pago restante para completar ese 15% mínimo.
Esta modificación al sistema tributario internacional también plantea un cobro por jurisdicción a las empresas que hayan tenido ingresos locales superiores a 24 millones de pesos por la venta de bienes o servicios en dicha área y que le hayan generado ganancias superiores al 10%, independientemente de si la compañía tiene sede en dicha zona.
De esta manera, las administraciones locales que ya cuentan con impuestos relacionados con servicios digitales, tendrían que derogarlos para adecuarse a las nuevas disposiciones del impuesto global.