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Aún no tienes claro de qué trata el AIU o cómo influye en el cumplimiento y legalidad de los contratos. No te preocupes, en este artículo de lo contamos, sigue leyendo y descúbrelo.
Administración, Imprevistos y Utilidad, por sus siglas, es un concepto utilizado para calcular el impuesto a las ventas (IVA) en algunos contratos que requieren la división de sus costos, como por ejemplo los de ingeniería civil, arquitectura o construcción.
Y a pesar de que no está estipulada una norma que reglamente esta figura, sí es una determinante que respalda los costos indirectos de las actividades celebradas dentro del contrato, cuya ejecución es fundamental para que se garantice la buena realización del proyecto.
Ahora veamos qué significa cada concepto dentro del contrato laboral
La administración corresponde a los gastos generales o indirectos de la empresa que presta el servicio, es decir, aquellos costos en los que incurre independientemente de las obras o contratos que realice, como por ejemplo el alquiler de la oficina, los salarios del personal administrativo, los servicios públicos, etc.
Los imprevistos son aquellos costos que pueden presentarse en el desarrollo de la obra o contrato, y que no fueron presupuestados inicialmente, como por ejemplo, daños en los materiales, accidentes laborales, demoras en la entrega, etc. No se trata de cubrir costos previsibles que se hayan olvidado de incluir en el presupuesto, sino de verdaderos imprevistos.
La utilidad es el beneficio esperado por quien realiza la actividad o ejecuta el contrato, que en algunos casos corresponde a los honorarios propiamente recibidos por el contratista.
El AIU se utiliza como base gravable para el cálculo de los siguientes impuestos:
Este impuesto se aplica sobre el AIU cuando se trata de servicios gravados con IVA, como los servicios de aseo, cafetería y vigilancia. La tarifa general del IVA es del 19%, pero puede haber tarifas diferenciales según el tipo de servicio.
Este impuesto se aplica sobre el AIU cuando se trata de servicios sujetos a retención en la fuente por renta, como los servicios técnicos, profesionales y de consultoría. La tarifa general de retención en la fuente por renta es del 11%, pero puede haber tarifas especiales según el tipo de servicio.
Este impuesto se aplica sobre el AIU cuando se trata de servicios sujetos a retención en la fuente por ICA, como los servicios prestados por personas jurídicas o naturales no residentes o no domiciliadas en el municipio donde se presta el servicio. La tarifa de retención en la fuente por ICA varía según el municipio y el tipo de actividad.
El AIU se debe declarar y pagar según los plazos y requisitos establecidos para cada impuesto. En general, se debe tener en cuenta lo siguiente:
La figura del AIU se utiliza básicamente para determinar la base gravable del IVA, donde esta no es el valor total del contrato, sino la parte que corresponde al AIU. Esto se debe a que el IVA solo grava la prestación del servicio, y no los materiales o insumos que se utilicen para realizarlo.
Según el artículo 462-1 del Estatuto Tributario, hay algunos servicios que tienen una base gravable especial del IVA, como los de aseo, cafetería y vigilancia, donde el IVA del 19% se calcula sobre el AIU, precisando que el AIU no puede ser inferior al 10% del valor del contrato.
Respecto a los contratos de construcción de bien inmueble, el artículo 1.3.1.7.9 del decreto 1625 de 2016 señala que el IVA se genera sobre la parte de los ingresos correspondiente a los honorarios obtenidos por el constructor. Cuando no se pacten honorarios, el impuesto se causará sobre la remuneración del servicio que corresponda a la utilidad del constructor. En estos casos, el responsable solo podrá solicitar impuestos descontables por los gastos directamente relacionados con los honorarios percibidos o la utilidad obtenida, que constituyeron la base gravable del impuesto; en consecuencia, en ningún caso dará derecho a descuento el IVA cancelado por los costos y gastos necesarios para la construcción del bien inmueble.
Ejemplo de AIU
Supongamos que una empresa de construcción realiza un contrato con un cliente para construir una casa por un valor total de $100.000.000. En el contrato se establece que el AIU es del 15%, distribuido así: 5% para administración, 5% para imprevistos y 5% para utilidad.
Este valor neto recibido corresponde a la utilidad de la empresa, que es el 5% del valor total del contrato
En conclusión, el AIU es una herramienta que permite calcular el IVA en algunos contratos que involucran la prestación de servicios y el suministro de materiales o insumos, de manera que solo se grave la parte correspondiente al servicio. El AIU se compone de tres elementos: administración, imprevistos y utilidad, que deben ser pactados entre las partes y reflejar los costos reales de la actividad o contrato.
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